sábado, 31 de octubre de 2009

68.

No me acuerdo tu nombre,
Porque siempre me chupaste un huevo,
Pero no sé porque
Algunos días de lluvia
Me acuerdo de vos,
Un puto gato,
Un bien mueble,
La nada misma hecha animal,
Dormías y jugabas con cintitas de colores
El día en que mi tía te trajo a casa
Yo debía tener nueve, ocho años
Y te tomé cierto cariño,
Los tres o cuatro días
Que duraste en casa,
Hasta que mi viejo te piso,
Cruel mancha de sangre en las baldosas
Del lavadero,
Sangre coagulada y barrida por las aguas
Con lavandina
Antes de que yo me levantase
Para que no te pudiese ver
Herido, no muerto,
Mi viejo te tenía en las manos
Y lloraba
Porque las cosas pequeñas inspiran ternura
Y vos sólo tenías un mes
Un mes de gato
Cuando te llevaron a la veterinaria
Y esa misma tarde
Me preguntaron que quería hacer con vos
Ya estabas perdido, casi muerto,
Y decidí que te ejecuten
Para que no sufras
Que te inyecten veneno
Y te explote el corazón
Herido por las huellas de un zapato
En la cruel redención de la muerte
Te reemplazamos con una gata
De tu misma raza siamesa
Gris, negra y blanca,
Me aburrió eternamente
Hasta que al mes
Decidí regalársela a mi abuela
En cuya casa termino por morir
A los cuatro o cinco años.

1 comentario:

franhilz dijo...

rememoraciones felinas.
me gustó.

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