Ya no quiero
Comer con dos metales
Ni rayar porcelanas.
No me gusta la sal,
Las margaritas,
El pelo de tu novia
Ni disfruto las canas,
Ni el olor a legumbre
Que traes de mañana,
No me importa tu piel
Tus pedazos de alambre,
Ni tus tetas rosadas.
Es mejor ignorarte,
Comerte en ensaladas,
Alegrarte de noche,
Y batirte cual clara,
Inconstante, serena,
Que se vuelve merengue;
Deglutirte en cucharas.
Ya no quiero tus peces
De palabras usadas
Ni tus simuladores
De luces apagadas.
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