La libertad de decir que ya no quiero
Istambules, rosarios, carcajadas,
Volver a perdonarte en el recelo,
Ni ser para vos lo que soy: nada.
La libertad de pensar en utopías,
En Agosto como una risa amarga,
Que se vuelve gris, banal filosofía,
Entre los dientes que hoy no son más que una carga.
La libertad de sentir que una cadena
Una mochila de piedras, una escama,
Se puede convertir en estaciones,
En pulsos, en poros o en palabras.
La libertad de saber que no soy libre,
Que soy sólo memoria y no pasado,
La libertad salvaje, irreversible,
De una moneda con un solo costado.
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